Evitar ocupas se ha convertido en todo un desafío en los tiempos que corren. Cada vez son más las personas que optan por okupar una vivienda. A veces no es solo por necesidad, sino que es solo una forma de aprovechar la confusión del momento en beneficio propio.
Diferencia entre allanar una vivienda o usurparla
Sea cual sea el motivo que lleve a los okupas a entrar a una casa, es importante diferenciar entre allanamiento y usurpación, pues las consecuencias son totalmente opuestas:
– Allanamiento. Las fuentes jurídicas aseguran que un hogar es un lugar inviolable, incluso si se trata de una segunda residencia. No importa si han pasado días o años desde que se produjo el hecho, se trata de un delito flagrante castigado hasta con dos años de cárcel, pudiendo llegar a cuatro si se emplea intimidación o violencia. La Policía puede entrar y desalojarla de inmediato, no necesita una orden judicial.
– Usurpación. Se considera usurpación cuando se entra en una casa vacía, que no es ni primera ni segunda residencia. No hay rastros de que alguien viva allí, como recuerdos, objetos personales, etc. En estos casos se trata de un delito leve castigado con una simple multa. Este puede ser el motivo por el cual se haya convertido un fenómeno en auge. De las más de 10 000 denuncias realizadas en 2015 se ha pasado a 7540 solamente en el primer semestre de 2020, según datos del Ministerio del Interior.
Consejos para evitar la entrada de okupas
Una vez aclarada la diferencia entre uno y otro, es hora de seguir una serie de consejos que permitan la protección frente a este tipo de delitos.
1. Instalar un sistema de alarma
Esta es la recomendación más importante, ya que permite una actuación inmediata sobre la vivienda. Según un portavoz de la Guardia Civil, esto les ofrece luz verde para entrar en el inmueble y actuar “con toda la contundencia frente al allanamiento o robo con fuerza, no contra la ocupación de una vivienda, sino contra el hecho inicial, el asalto al inmueble». Además, añade que “no hay lugar a discutir si han accedido porque se posee un supuesto contrato o aducir que ya se lleva tiempo viviendo dentro”; y que no importa que haya menores, pues «un allanamiento o un asalto con fuerza no dejan de serlo porque sus causantes se acompañen con niños».
2. Mantener la vivienda habitada
No hay que dejar la casa totalmente vacía, es aconsejable dejar objetos y muebles que prueben que se trata de una residencia, aunque no se viva de manera habitual en ella. Recordemos que las segundas residencias también son contempladas como válidas frente al delito de allanamiento. Por esta razón, es importante que se pueda probar que se trata de un espacio habitado. Una opción puede ser alquilar la vivienda hasta decidir qué se quiere hacer con ella. De esta manera, además se consigue obtener un rendimiento económico. Si no, siempre se puede ir de vez en cuando para limpiar y mantener todo en orden.
3. Colocar una puerta de seguridad
Es importante contar con una puerta de alta resistencia que sea capaz de disuadir a los okupas de entrar en la vivienda. Aunque en un primer momento puede considerarse con una inversión considerable, lo cierto es que puede ahorrar desagradables sorpresas en el futuro. Hay sistemas innovadores que impiden que personas ajenas a la vivienda puedan entrar a ella sin estar en posesión de las llaves. Es importante estudiar las opciones disponibles y escoger la más adecuada para la casa en cuestión.
4. No dar pistas sobre la situación del inmueble
Es recomendable que no se coloquen carteles que informen sobre la situación de la vivienda, como que está a la venta o en alquiler. Esto puede dar pistas de que se trata una casa vacía que pueden usurpar sin mayor problema. También se aconseja que no se dé demasiada información en las redes sociales sobre la ubicación específica y en tiempo real de dónde se encuentran los dueños del inmueble. Esto permite que los ocupas puedan planificarse y entrar a la casa en momentos en los que no haya nadie.
La mejor protección
Si nos decidimos por instalar un sistema de alarma en la vivienda, es recomendable contar con los servicios de una empresa especializada.
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Un objetivo común: frenar un fenómeno creciente
El número de viviendas okupadas no ha parado de crecer en toda España. Evitar los ocupas se ha convertido en todo un desafío. Por ello, es importante tomar todas las medidas necesarias para contar con una fuerte protección frente a este tipo de delitos cada vez más frecuentes. Hasta que se lleven a cabo acciones más contundentes que protejan a los propietarios, solamente queda que los dueños se defiendan con sus propios medios y esperen que nadie entre en sus viviendas.
